viernes, 29 de junio de 2012



Ecosistemas
Por Jesús Alejandro Plata Martínez

Por sus características y la extensión que presentan, hemos considerado como los mejores exponentes de los ecosistemas el bosque Tropical caducifolio y el Bosque mesófilo de montaña

Bosque Tropical Caducifolio

El bosque tropical caducifolio ó Selva Tropical Caducifolia, como también se le conoce, es un ecosistema que destaca por su marcada diferencia entre una estación y otra, característica que le proporciona un aspecto peculiar durante la temporada de lluvias como también uno completamente distinto cuando se presenta la temporada seca. La temporada de lluvias tiene una duración de aproximadamente 3 ó 4 meses. Durante este lapso de tiempo,  se puede apreciar que los arboles permanecen con todo su follaje y es también a su vez la época predilecta para la reproducción de muchas especies de plantas y de animales. Contrastando, la época en que se presenta el temporal seco tiene una extensión de hasta 8 meses, durante la cual, entre un 25%  y un 90%  de los arboles pierden sus hojas, muchos florecen, producen frutos y semillas.
La vegetación que crece en esta región es muy densa y los arboles tienen alturas promedio entre los 8 y los 12 metros de altura que pueden alcanzar valores extremos entre  un mínimo de 4 y un  máximo de 15 metros.  En las zonas más secas es común la presencia de cactáceas columnares y candelabriformes. Además, muchas especies domesticadas de plantas, como el maíz y el frijol tienen sus hábitats ancestrales en este ecosistema.
Los animales y las plantas que se presentan en este ecosistema están adaptados a lidiar con la marcada estacionalidad que lo caracteriza y que propicia que algunos recursos alimenticios sean muy abundantes durante la corta temporada de lluvias y muy escasos o ausentes durante el resto del año.
Debido a su nulo potencial agrícola y forestal, las funciones del bosque tropical caducifolio son más bien ecológicas y paisajísticas: su función es generar múltiples servicios ambientales como captura de carbono, generación de agua y oxigeno, conservación de suelos, creación de microclimas y regulación del clima entre muchos otros, además de tener un gran valor paisajístico y ser de interés para el desarrollo de actividades eco turísticas.

Las selvas o bosques tropicales se encuentran en las zonas bajas, en cañadas y fondos de cañones en la Sierra Gorda; así como en algunas laderas y cañadas en los alrededores de la ciudad de Querétaro.

Este ecosistema se encuentra presente en una extensión que aproximadamente ocupa 145,250 hectáreas, de las cuales 122,445.75 se encuentran mas o menos conservadas y se localizan en los municipios de Jalpan de Serra, Pinal de Amoles, Landa de Matamoros y Arroyo Seco. El resto se encuentra combinado con matorral xerófilo y a veces con encinar (ladera y cañadas).
Bosque mesófilo de montaña
El bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla, como también se le conoce, es un ecosistema que se caracteriza principalmente por la presencia frecuente o persistente de nubes a nivel de la vegetación. En este bosque la precipitación es muy frecuente, por ende la humedad es muy constante y eso causa que este bosque se encuentre siempre verde. Gracias a sus características de humedad y de temperatura, este ecosistema presenta una gran biodiversidad y un alto endemismo
El bosque de niebla ó mesófilo de montaña se encuentra usualmente dentro de un estrecho rango altitudinal de 300 m, dependiendo de la altura donde se forman las nubes en altitudes de 800 a 2400 metros sobre el nivel del mar
Además es un tipo de bosque muy denso, con varios estratos, el estrato arbóreo alcanza normalmente los 20 metros de altura pero puede inclusive llegar a mas de 60 metros. Muy frecuentemente la comunidad incluye árboles perennifolios y de hoja decidua. Es común un sotobosque muy desarrollado y las plantas epífitas son muy abundantes.
En la reserva de la biosfera Sierra gorda este ecosistema se localiza en las regiones más húmedas, con precipitación media superior a 1,000 mm, en los municipios de Pinal de Amoles, Jalpan de Serra y Landa de Matamoros. Su extensión es de 10,000 ha. Las especies más importantes de esta comunidad son:  Liquidambar styraciflua (somerio o quirámbaro), Dalbergia palo-escrito (palo escrito), Ulmus mexicana (petatillo), Taxus globosa (granadillo), Tilia mexicana, Nephelea

Desafortunadamente, es uno de los sistemas más amenazados y fragmentados: únicamente queda una décima parte de lo había hasta hace 40 años. Actualmente se realizan diversas investigaciones sobre la biodiversidad de este ecosistema. También se está haciendo un esfuerzo por determinar qué especies pueden ser maderables, con el fin de protegerlo al mismo tiempo que se hace una explotación sustentable del ecosistema

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